El canal de regadío "La Achirana" es de gran importancia para la agroexportación en el departamento de Ica. Su construcción permitió el riego de las tierras aledañas, lo que a su vez permitió el cultivo de una gran variedad de productos agrícolas de alta calidad, incluyendo uvas, alcachofas, paltas, entre otros. Esto ha permitido a la región de Ica convertirse en un importante centro de producción agrícola y un importante contribuyente a la economía del país a través de la exportación de estos productos. Además, el canal también ha mejorado la calidad de vida de las comunidades locales, proporcionando un suministro constante de agua para el consumo humano y animal.

Este canal también tiene una rica historia y leyenda detrás de él, especialmente a través de la obra del escritor peruano Ricardo Palma quien indica que el Inca Pachacútec, emprendió la conquista del valle de Ica, con miles de guerreros. Al llegar a un lugar llamado Tate, se presentó la propietaria, quién era una anciana acompañada de su bellísima hija, Chumbillaya.

Al ver a Chumbillaya, el Inca también quiso conquistar su amor, pero no fue correspondido debido a que ella ya amaba a otra persona.

Al perder la esperanza de ser correspondido, le otorgó la posibilidad de pedir lo que quisiera, en recuerdo del amor que le inspiró.

La joven indicó: “Nada debo pedirte. Quien dones recibe obligado queda; pero si te satisface la gratitud de mi pueblo, ruego que des agua a esta comarca. Siembra beneficios y tendrás cosechas de bendiciones”.

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El Inca Pachacútec creó La Achirana, canal de regadío, con más de 30 km de largo, que riega, hasta hoy, a más de 10 mil hectáreas de cultivos en Ica. Brindando productos de calidad a todo el mundo.